El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP) presentó el informe “Integridad o tortura – Encuesta nacional sobre tortura en el Paraguay”, investigación impulsada con el objetivo de visibilizar y analizar las actitudes de la ciudadanía paraguaya frente a la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
La actividad se llevó a cabo en el Salón Auditorio de la Sociedad Científica del Paraguay, con la participación de autoridades, investigadores y representantes de organizaciones vinculadas a los derechos humanos. Durante dos horas, se desarrolló un conversatorio que abordó tanto los aspectos técnicos de la encuesta como los resultados y desafíos institucionales que plantea.
En la ocasión el exdirector de investigación del MNP, José Galeano Monti, reflexionó sobre la persistencia de la tortura como una práctica mundial, mientras que María Victoria Heikel, excoordinadora general del MNP, enfatizó en la necesidad de erradicar este flagelo desde distintos ámbitos del Estado.
El director nacional del Instituto Nacional de Estadística (INE), Iván Ojeda, presentó la metodología empleada, que incluyó la recolección de más de 4.600 encuestas válidas en todo el país durante el último cuatrimestre de 2021. Oscar Balbuena, también exdirector de investigación del MNP, compartió las dificultades para medir un fenómeno de carácter oculto y subreportado como la tortura.
Por su parte el comisionado nacional José Carlos Rodríguez explicó los principales hallazgos del estudio. Entre ellos, se destaca que el 57% de la población adulta paraguaya cree que, en caso de estar bajo custodia, podría ser víctima de tortura. Asimismo, aunque el 84% se muestra a favor de leyes que prohíban esta práctica, el 42% considera que la tortura podría justificarse en determinadas situaciones, en contradicción con los estándares internacionales.
Durante el espacio abierto al público, se generó un intercambio de opiniones que puso en evidencia la urgencia de generar conciencia sobre la vigencia de la tortura y la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y protección de los derechos humanos en el país.
El evento concluyó con palabras de cierre que subrayaron la importancia de asumir el informe como un punto de partida para el diseño de estrategias efectivas orientadas a la erradicación de la tortura en Paraguay.