En el marco de la conmemoración del 26 DE JUNIO – DÍA INTERNACIONAL EN APOYO DE LAS VÍCTIMAS DE LA TORTURA, se llevó a cabo hoy el acto “Dignidad humana bajo custodia del Estado”, en el Museo de las Memorias, con la participación de autoridades públicas, activistas y referentes de la sociedad civil y de la academia.
El evento fue organizado por el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), la Fundación Celestina Pérez de Almada, la Mesa Memoria Histórica y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
La apertura del acto estuvo a cargo de la directora del Museo, María Estela Cáceres, quien destacó la importancia de las iniciativas de rescate de memoria y no repetición en la defensa y promoción de los derechos humanos.
En este marco, se inició un breve espacio de reflexión sobre la actuación del Estado paraguayo en la prevención de la tortura, desde una perspectiva histórica y actual, a cargo de la comisionada nacional Claudia Sanabria, presidenta de turno del MNP, y Blanca Florentín, en representación de la Mesa Memoria Histórica.
En la ocasión se abordó especialmente la condena a 30 años de prisión al expolicía Eusebio Torres, como un hito en el reconocimiento de la responsabilidad del Estado ante hechos de tortura en Paraguay, así como la mención al pedido de disculpas públicas al líder campesino Ernesto Benítez y su compañero Eulalio Blanco, víctimas de violaciones de derechos humanos hace más de 20 años a manos de la Policía Nacional.
La comisionada Sanabria se refirió a puntos relevantes de la sentencia definitiva en el caso de Eusebio Torres: “La sentencia hace referencia inequívoca a la imprescriptibilidad de los crímenes, como el de la tortura que no prescribe; habla de la pluriofensividad que implica un hecho de tortura donde hay distintos bienes jurídicos lesionados, salud, vida, libertad, pero también la dignidad humana por sobre todas las cosas; y que un tribunal haya realizado de manera tan precisa el control de convencionalidad, elemento importante como precedente”, entre otros aspectos.
Así también realizó un paralelismo entre la tortura que ocurre bajo custodia del Estado y las distintas formas de tortura que acontecen en diferentes ámbitos como el de la población adulta mayor, con privación de libertad o tratamientos médicos sin consentimiento, niñez y adolescencia separada de sus familias, entre otros. También destacó el fortalecimiento de las acciones de manera articulada entre las instancias del Estado y la importancia de la presencia y el acompañamiento de la sociedad civil.
Por su parte, Blanca Florentín recordó el protagonismo de los luchadores y luchadoras bajo la dictadura de Alfredo Stroessner, en momentos de persecución y represión, en pos de un Estado de derecho.
Posteriormente, el comisionado nacional Orlando Castillo socializó la Declaración de San José, documento elaborado por los Mecanismos Nacionales y Locales de Prevención de la Tortura de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Paraguay, Perú, Uruguay, en el marco de la fecha.
Un momento emotivo se compartió durante el reconocimiento a la trayectoria Martín Almada, activista y defensor de los derechos humanos. Las palabras a alusivas estuvieron a cargo de Antonio Pecci, coordinador de la Mesa Memoria Histórica, y el activista y poeta Lino Trinidad, seguido de la proyección de un video homenaje.
El Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, evoca la fecha en que, en 1987, entró en vigencia la Convención de las Naciones Unidas contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. El uso de la tortura está absolutamente prohibido por el derecho internacional, en todo momento y en cualquier circunstancia.